La Iglesia de Dios se encuentra en actividad constante, pregonando el evangelio de nuestro Dios y perseverando en la doctrina de los apóstoles, la comunión, la oración y las buenas obras. Aun frente a las pruebas y situaciones duras de la vida, la Iglesia confia en nuestro hacedor y sabemos que El nos fortalecera y nos ayudara a salir victoriosos.